Desierto de memoria
Hay un momento en que te pones en blanco, como en un punto muerto en el que
nada pasa, todo se calma, y las cosas se rehabilitan después de. Tu corazón
comienza a latir tan tranquilamente que tu cerebro no se percata de esos
insignificantes latidos. Tu boca simplemente se detiene, tus pensamientos se
hacen humo, y tus manos descansan libremente en las sabanas, es sencillo, nada
aterrorizante, todo fluye con mas armonía de lo normal.
Entras en tu desierto de memoria, donde nada es lo suficientemente doloroso
como para sacarte del trance, ni tan bueno como para seguir en el. Es tan
superficial y tierno a la vez, que no sabes si seguir o no en el. Ese
"trance" es necesario para calmar y agregar dirección a las cosas,
para seguir viviendo, pues, en eso.
Comentarios