Carta desconocida

No pensaba que las cosas pasarían de esa manera, que la magia desaparecería por completo, que mis recuerdos ya no servirían de nada. Las noches pasan como si fueran días secos, la luna se esconde tan débil como un lamento que persiste. Vencí las dudas hasta llegar a ti, y tocarte como un cielo que abraza las nubes al medio día. Confesé que las cosas no eran fáciles, y supuse saber la razón: El pasado. Ese pasado que nunca puede quedarse en donde pertenece, en el pasado. Los rencores y mentiras aun recorrían mi espalda en forma de trineo. 

Tengo las palabras correctas para recuperarte, tengo el valor que requiere dicha acción, tengo erguida cada vena de mi cuerpo, pero aun así, no tengo el corazón para enfrentar la vida. Solo tengo corazón para estar sola, rodeada de mi, solo que aun no lo asimilo. Por eso mi decisión de distraerme, de vivir, de ser un humano real. Entiendo lo que conlleva, y quiero serlo, no me queda otra opción, solo pasar la hoja.

La magia se fue, pero sin embargo, eso no significa que los recuerdos se han marchado, no sirven de mucho, como dije antes, pero aun están ahí. Eso sirve de algo, ¿no?